UN COACH A PRUEBA DE TODO

En su tercera presentación con los Chiefs en el duelo por el campeonato, el veterano entrenador busca un nuevo título, que lo sitúe entre los grandes

En casi 25 años como entrenador, Andy Reid ha librado muchas batallas. Ahora, va por su segundo título.

Con tres asistencias al Super Bowl en las últimas cuatro campañas, Andy Reid va en camino de convertirse en coach de referencia en la Conferencia Americana, como lo fue Marv Levy con los Bills de Buffalo, que ganaron cuatro pasaportes consecutivos al partido por el título de la NFL entre 1990 y 1993.

Para fortuna del coach de los Chiefs, él ya se distinguió de Levy porque cuenta con un campeonato, obtenido en 2020. Pero hasta ese año, en su campaña 21 al timón de un equipo, pudo gozar del triunfo máximo y quitarse la etiqueta de sobresaliente, pero incapaz de coronarse.

Cierto, Reid obtuvo un anillo de Super Bowl como responsable de quarterbacks con los Packers de Green Bay, pero desde 1999 tomó el sitio principal en la línea lateral con los Eagles y —pese a acumular buenos números— se quedó corto en Playoffs.

Si bien, en 2004 llegó al partido por el título, con Donovan McNabb (un quarterback muy parecido a Patrick Mahomes y Jalen Hurts), cayó ante los Patriots de Bill Belichick.

Luego de su duelo contra Nueva Inglaterra, Filadelfia tuvo dos temporadas mediocres, por una con 10 triunfos y viaje a postemporada. Pero en 2007, Reid enfrentó un episodio doloroso que puso a prueba no sólo su carrera, sino su estabilidad emocional.

Sus hijos Britt y Garrett, entonces de 22 y 24 años de edad, respectivamente, fueron condenados a prisión por tráfico de medicamentos de uso restringido y provocar un incidente al manejar intoxicados. El juez que decidió la sentencia dijo que el hogar de la familia Reid era un “emporio de drogas” y dudaba que fuera un buen lugar.

Bajo el fuego de la opinión pública, el coach se apartó unas semanas de su trabajo, respaldó a sus hijos y los involucró en actividades con el equipo, pero Garrett, quien era auxiliar con los Eagles, murió por sobredosis, previo a la temporada 2012.

Esa campaña, que se cerró con marca de 4-12, fue la última de Reid en Filadelfia, pero el antiguo quarterback de Brigham Young encontró un nuevo hogar en Kansas City y, en su séptimo año, logró por fin una corona, misma que llegó en el año en que se cumplía medio siglo del único triunfo de los Chiefs en un Super Bowl. Resistencia y templanza. •