El Universal

El globo chino

BRENDA ESTEFAN Internacionalista. @B_Estefan

Las imágenes del dirigible chino sobrevolando Estados Unidos y su destrucción el sábado por un avión de combate estadounidense circularon ampliamente en los sitios de noticias y las redes sociales. Las acusaciones entre las dos grandes potencias del siglo XXI no se hicieron esperar. Estados Unidos habló de un acto irresponsable de China y de una violación inaceptable a la soberanía estadounidense. Pekín negó toda acusación de espionaje, aceptó que se trataba de un globo chino, pero insistió en que era de observación meteorológica. Y luego de que el globo fuera derribado, el Ministerio de Exteriores del gigante asiático acusó a Washington de haber reaccionado de manera excesiva y agregó que el país asiático se reservaba el derecho de responder —lo que sea que eso signifique.

Es común el espionaje entre grandes potencias. No es nuevo para esos fines, el uso de satélites que permiten, por ejemplo, cartografiar las infraestructuras críticas, sitios militares, etcétera. También es cierto que en ocasiones se utilizan satélites de baja órbita, como podría haber sido este globo, que permiten fotografiar sitios militares desde un ángulo más cercano y obtener más detalle y precisión sobre algunos equipos militares. Sin embargo, si bien el globo chino sobrevoló al menos dos estados con sitios de lanzamiento de misiles del ejército estadounidense: Montana e Idaho, evidentemente, lo relevante en este caso no es el globo en sí, sino lo que este representa. Más allá de lo que se descubra con el análisis de los restos en Carolina del Sur, el dirigible chino no constituía en sí mismo una amenaza inminente para Estados Unidos, de hecho, no pinta si se compara con los arsenales de los dos países. Pero a los ojos de los estadounidenses este globo es el símbolo de la “amenaza china”, de la que escuchan hablar todo el día.

El riesgo hoy es prolongar el nerviosismo en las relaciones entre China y Estados Unidos, alimentado por las continuas acusaciones, sospechas y amenazas entre ambos países, en torno a una gran variedad de temas, como la guerra en Ucrania, la amenaza de invasión a Taiwán, la tensión en el Mar de China meridional, y las tensiones comerciales y tecnológicas.

La razón y el interés general deberían conducir a la reanudación del diálogo entre estas potencias rivales, pero el clima en Washington en torno a China se ha endurecido y parece que las esperanzas de que se calmen las aguas se alejan. El episodio del globo chino muestra los riesgos de este clima bilateral deletéreo. •

OPINIÓN

es-mx

2023-02-08T08:00:00.0000000Z

2023-02-08T08:00:00.0000000Z

https://eluniversal.pressreader.com/article/282054806190679

El Universal