El Universal

Tuvo otra visión para las fotos de la nota roja

De niño, fotografiaba cadáveres y las caras de los mirones, lo que le abrió la puerta a los diarios. Sus imágenes se inspiraron en películas de gánsteres

ELOY LINARES editor@eluniversal.com.mx

PÉRDIDA. El fotorreportero falleció el pasado 10 de mayo a los 88 años.

Al retratar tragedias como si fueran las escenas de una película de gánsteres de los años 40, Enrique Metinides le dio otro enfoque a la fotografía de nota roja que se publicó en medios de comunicación como Alarma!, Crimen, La Prensa o Zócalo.

De acuerdo con el periodista Jan Martínez Ahrens, Enrique Metinides nació el 12 de febrero de 1934 por causalidad en la Ciudad de México, porque sus padres, Teoharis y María, inmigrantes griegos, viajaban en un barco rumbo a Estados Unidos, pero en una escala en Veracruz los desvalijaron y decidieron quedarse para probar fortuna.

Jaralambos Enrique Metinides Tsironides tenía nueve años cuando su papá, de origen griego, cerró su negocio de cámaras fotográficas y rollos que estaba cerca del Hotel Regis para abrir un restaurante en la zona de San Cosme.

Al cambiar de giro, el papá de Metinides le regaló una cámara Brownie Junior que usó para fotografiar monumentos y obtener imágenes de coches que, por un percance vial, se convertían en chatarra.

Entre los clientes del restaurante de los papás de Metinides se encontraban los agentes del Ministerio Público de la delegación de policías cercana al local, quienes al ver sus fotografías lo invitaron a sus oficinas para que retratara cadáveres y a los sujetos que detenían.

En una entrevista que le hizo el periodista David Polo en el 2016, el fotorreportero recordó que cuando tenía 10 años, los agentes del Ministerio Público le hicieron una broma al enseñarle la cabeza de un sujeto decapitado en un crimen, para que la retratara.

Dijo que ver el rostro del cadáver se asustó y corrió para salir de la delegación, pero después regresó y tomó la fotografía.

De acuerdo con el relato del fotoperiodista, el homicidio ocurrió cuando dos sujetos asesinaron a aquel hombre para luego colocar su cuello en las vías de Nonoalco para que el ferrocarril le cortara la cabeza.

Un año más tarde, a la edad de 11, fotografió un incidente vial en San Cosme, cuando de un taxi bajó Antonio Velázquez, “El Indio”, fotoperiodista del periódico La Prensa.

Al ver al niño con su cámara, “El Indio” le preguntó por qué tomaba fotos del percance y él respondió que eran para su colección. Cuando escuchó la respuesta, le pidió que se las llevara a su oficina al día siguiente.

Después de ver aquellas tomas, Antonio Velázquez invitó a Metinides a trabajar como su asistente. Por las mañanas, ambos recorrían Lecumberri, la Penitenciaría, el Servicio Médico Forense, la Jefatura de Policía, la Procuraduría y la Cruz Roja.

LOS MIRONES DE LOS SINIESTROS

En su experiencia como fotoperiodista, a Metinides siempre le llamó la atención aquellas personas que, cuando retrataba un siniestro, se acercaban para mirar a los cadáveres o los heridos.

Los bautizó como “los mirones” porque consideraba que es gente que, al no ser las víctimas, tienen una fascinación por las tragedias y la muerte.

En una entrevista para la revista Letras Libres, Metinides explicó que los fotoperiodistas imitaron su estilo porque los directores de los periódicos les pedían que tomaran fotografías en donde apreciaran las personas que se acercaban a observar los siniestros.

Gracias a este tipo de escenas, en una ocasión, la policía logró arrestar a un sujeto que cometió un homicidio porque, mientras argumentaba que estuvo en Cuernavaca, Morelos, cuando ocurrió el crimen, en las fotos de Metinides apareció entre “los mirones”.

Metinides era un niño cuando comenzó a asistir a los cines de la calle de San Juan de Letrán, de la Ciudad de México y al Roxy, el negocio era de su hermana y su marido, el establecimiento estaba en la esquina de las calles San Cosme y Dr. Atl, para ver películas de crímenes que protagonizaron Edward G. Robinson y Humphrey Bogart.

En una entrevista que le hizo la escritora Fernanda Melchor en el 2013, explicó que las fotos de “los mirones” tuvieron como inspiración la escena de una película de mafiosos.

ANIVERSARIO

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2022-10-01T07:00:00.0000000Z

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