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EMBARAZO INFANTIL, DRAMA SILENCIOSO EN AL

El fenómeno no para de crecer en la región pese a que los países cuentan con leyes para combatir la violencia sexual contra menores. Faltan, dicen expertos, protecciones y apoyo para las afectadas

Texto: JOSÉ MELÉNDEZ Corresponsal Ilustración: ANI CORTÉS

San José.— Producto de un abuso sexual, el embarazo infantil amenaza la vida de la niña y su salud física y mental, limita la calidad de su existencia y su desarrollo normal, empuja a la pobreza y al abandono escolar y obliga a una participación temprana en el mercado laboral.

Aunque las legislaciones de los países de América Latina y el Caribe contienen una estructura jurídica y social de apoyo a las víctimas, la realidad es que prolifera el abandono de las niñas y adolescentes y a sus hijas o hijos y persiste la impunidad para los violadores o agresores.

“Muchos países penalizan la violencia sexual contra niñas y adolescentes. Pero estas medidas por sí mismas no solucionan la violencia estructural y la violencia sexual que ellas enfrentan”, explicó la abogada colombiana Cristina Rosero, asesora legal en Bogotá del (no estatal) Centro de Derechos Reproductivos, grupo mundial defensor de derechos humanos.

“Lo mínimamente necesario es que, adicional a esas medidas, se establezcan protecciones en la provisión de la educación sexual de manera integral acorde a la capacidad evolutiva de las niñas y adolescentes y adecuada para que ellas puedan tomar decisiones de manera libre e informada”, dijo Rosero a EL UNIVERSAL.

“Esto pasa por adaptar los contenidos de la educación sexual para que ellas puedan identificar su cuerpo y los límites que no se pueden traspasar sin que haya abuso o violencia y que sepan que están en situación de abuso o violencia y acudan a un círculo seguro, de protección, en el que puedan ser rescatadas y haya canales adecuados de denuncia”, agregó.

Al subrayar que la familia “es importante, porque muchos abusos se dan en las esferas cercanas a ellas, ya sean padres, tíos, abuelos”, recomendó “proveer de herramientas” para prevenir “situaciones de violencia. Otra esfera importante son los centros educativos para identificar esta violencia y evitar que se estigmatice a la niña y se proteja al agresor”.

Plan Internacional, organización mundial humanitaria no estatal sobre derechos de niñez y adolescencia, informó que 34% de las menores de edad en Honduras contrae matrimonio antes de cumplir 18 años y que es una práctica “oculta y normalizada” que las expone a violencia machista y embarazos tempranos.

Citado por el periódico La Tribuna, de Tegucigalpa, el epidemiólogo hondureño Rafael Chacón, del (estatal) Hospital Leonardo Martínez, reveló que en 2022 fueron atendidos seis partos de niñas y adolescentes de 9 a 14 años en ese centro de salud de la norteña ciudad de San Pedro Sula y que en 2021 hubo 21.

“Esto es totalmente preocupante porque existen demasiados riesgos sociales para la madre, ya que en definitiva es una niña (…) que va a aprender a ser mamá siendo niña y eso es terrible”, advirtió Chacón. Al destacar que son

CRISTINA ROSERO Abogada colombiana “Muchos países penalizan la violencia sexual contra niñas y adolescentes. Pero estas medidas por sí mismas no solucionan la violencia estructural”

MORENA HERRERA Líder de Asociación de Ciudadanos por la Descriminalización del Aborto “América Latina es la región del mundo que tiene la segunda tasa más alta de embarazos en niñas y adolescentes”

violaciones sexuales, explicó que ni con el consentimiento de los padres o de la niña debe permitirse el matrimonio infantil.

“El embarazo en niñas y adolescentes es una tragedia cotidiana que pasa inadvertida y silenciada en nuestras sociedades”, afirmó a este diario la filósofa salvadoreña Morena Herrera, con una maestría en relaciones de género y jerarca de la (no estatal) Asociación de Ciudadanos por la Descriminalización del Aborto, de San Salvador.

“América Latina es la región del mundo que tiene la segunda tasa más alta de embarazos en niñas y adolescentes. Alrededor del 18% de todos los nacimientos corresponde (a madres) que son niñas y adolescentes. Aunque en otras regiones este problema tiene tendencias de disminución, en América Latina permanece estable”, lamentó.

Basada en datos del Fondo de Población de Naciones Unidas, precisó que El Salvador contabilizó en los últimos cinco años un promedio diario de 48 nacimientos donde las madres son niñas y adolescentes.

“En algunos países de Centroamérica persiste la penalización absoluta del aborto, lo que lleva a que se registren embarazos en niñas de hasta 9 años y ellas ni sus familias tampoco pueden hacer nada”, señaló.

Los casos de menores embarazadas “rerminan en muchos casos en suicidios”, reveló.

A consulta de este periódico, la filósofa estadounidense Victoria Ward, experta en salud pública y directora para América Latina y el Caribe de Save the Children,declaró que el embarazo adolescente “puede poner en riesgo la propia supervivencia” de las menores, así como su futuro y desarrollo. •

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2022-05-23T07:00:00.0000000Z

2022-05-23T07:00:00.0000000Z

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