El Universal

UNA DÉCADA SIN AMY

A 10 años de su deceso, la cantante es más recordada por sus excesos que por sus éxitos musicales.

ELIZABETH ESCOBAR —elizabeth.escobar@eluniversalclabsa.mx

Las adicciones callaron a una de las voces más prodigiosas del siglo XXI y tomaron el protagonismo de la vida de Amy Winehouse, quien lamentablemente es más recordada por sus escándalos que por su trayectoria artística, dicen los expertos.

“Lo terrible es que se mire más por el tema de la adicción que por el tema de lo artístico, esto deja una gran enseñanza: siempre hay que buscar que la gente se rehabilite. Las adicciones son una enfermedad y se requiere una atención profesional”, dice a EL UNIVERSAL Blanca Gil, sicopedagoga especialista en adicciones.

La Diva del jazz creció en medio de una familia fracturada con el divorcio de sus padres a los nueve años; a los 13 empezó a abrirse camino en la música al tocar en bares y a los 20 alcanzó la fama con su primer disco Frank, pero el consumo de drogas y alcohol ya empezaba afectar la vida de Amy.

“Con su segundo disco, Back to black que salió en 2006, se dio a conocer mundialmente, nos enamoró con esa voz tremenda, además de su estilo tan variado, y mucho de eso fue debido a la buena asesoría del productor Mark Ronson. Sumado a esto, la voz de Amy, que fue comparada con la de Billie Holiday, fue un golpe de aire fresco que revivió el sabor del jazz, del rhythm and blues y el soul”, explica Pepe Campa, locutor de radio.

Deterioro

Con su gran éxito “Rehab”, de su segundo álbum que en su lanzamiento vendió más de 20 millones de copias alrededor del mundo, ya se notaba un gran deterioro en la salud de la cantante, pero en ese momento para ella era impensable entrar a rehabilitación, pues estaba en medio del éxito y enamorada de Blake Fielder-Civil, con quien se casó en 2007 y compartía el consumo de estupefacientes y alcohol.

“Hay que recordar que en una relación de pareja también recibimos estímulos químicos, esta parte de dopamina que también causa adicción; ella generó una adicción a esta relación, una codependencia, más el consumo de sustancias... todos estos factores generaron sus acciones, como cuando subía muy drogada a cantar”, explica la sicóloga.

A esta muerte anunciada se sumó el acoso de los paparazzi que buscaban retratarla cuando consumía drogas o cuando estaba alcoholizada. Finalmente, su divorcio en 2009 la llevó a la depresión y al olvido a su música, que le hizo ganar seis premios Grammy con sus dos discos.

“Después de Back to black, los siguientes cinco años la prensa amarillista dejó de centrarse en su talento, su voz y su música y se enfocó en el morbo de su vida privada y estos excesos que la hacían hacer el ridículo en público.

“Por otro lado, sus escándalos en su matrimonio con Blake Fielder vendían, tal como pasó antes con parejas como Kurt Cobain y Courtney Love, en donde, si bien Cobain tenía problemas, ni se diga Love. La rehabilitación es mucho más difícil cuando la persona a la que amas y con la estás más cercana tiene problemas de adicción porque te arrastra.

“Otro ejemplo es Whitney Houston con Bobby Brown, ella trató de escapar, se metió a una clínica de rehabilitación y él lo único que hizo fue jalarla, lo que finalmente culminó con su muerte y luego con la de su hija, una historia súper trágica y Amy se subió a este tren”, ahonda el también crítico de música.

Causa y efecto

La compositora estaba enferma pero nadie veía eso, aunado al hecho de que jamás reconoció que estaba mal, aunque entró a rehabilitación en el año 2008.

“Hay algo que se llama la conciencia de enfermedad, que es cuando tú asumes que tienes un problema, lo que comúnmente llamamos ‘tocar fondo’, pero hay quien nunca lo hace, como Amy. Además, hay un factor importante cuando una persona entra a rehabilitación, existe 70% de recaída cuando sale, porque no sólo la persona que consume es la que requiere la terapia, sino todo su contacto familiar”, señala Gil.

Aunque al inicio los padres de Amy trataron de ocultar la causa de su muerte, cuando se hizo público el resultado de la autopsia se confirmó que la cantante murió a los 27 años, el 23 de julio de 2011, debido a una intoxicación por alcohol, que la indujo a un estado de coma.

“Las adicciones no las tratamos, ni las entendemos socialmente como enfermedades, además ahí también hay un tema complicado de género, estigmatizamos más a las mujeres que consumen que a los hombres y obviamente los medios generan más presión social y es un ingrediente más para contribuir a que no haya situaciones positivas para una rehabilitación. Se debe a la inequidad de los géneros, condicionamos más los comportamientos de las mujeres”.

BLANCA GIL Sicopedagoga “Hay algo que se llama conciencia de enfermedad, que es cuando tú asumes que tienes un problema, pero hay quien nunca lo hace, como Amy”

PORTADA

es-mx

2021-07-23T07:00:00.0000000Z

2021-07-23T07:00:00.0000000Z

https://eluniversal.pressreader.com/article/282196538978566

El Universal