¿A dónde vamos a parar… con FunesGol?

Eso ya la piel nos lo dirá... Diría Luis Enrique en su gustada canción “Yo no sé mañana”, pero me refiero a la pregunta: ¿A dónde vamos a parar?, por una razón en específico y llena de misterio en estos días.

Y no, no es la volada del colega y amigo Luis Fernando Ortiz asegurando que el hijo de AMLO compraba al Cruz Azul, tampoco es la idea de que el Pollo Briseño tiene muchos “huevos” y encara a Villalpando, sino la idea de ver a Funes Mori bien mexicano y sobretodo trabajando ya como seleccionado nacional.

Hoy el debate dejó de ser el Chícharo, ese debate regresará aunque no les guste a los oficialistas si Rogelio en la Copa Oro no encuentra el gol, así como le pasó en la temporada histórica donde alcanzó al Chupete Suazo y no pudo superarlo en varias oportunidades incluyendo la falla de un penalti en aquel polémico arbitraje contra Pachuca. El punto es muy claro, si el naturalizado mexicano no hace goles este verano perderá la oportunidad, dejando a un lado su amor por el país y la confianza en su gente con todo y la peor escena vivida para él y su familia cortesía de nuestra inseguridad, y del asalto en su excasa en el que incluso les pusieron una pistola a su esposa y familia para vaciar su residencia.

Algo traumático que haría pensar en irse a cualquier persona, y más a una figura deportiva que puede con la mano en la cintura dejar el país para vivir el american dream en la MLS. Así que dejemos a un lado ya el debate patriotero, ya fueron muchos días de una discusión sin sentido (entiendo que la Eurocopa y la Copa América no interesan en México y la ausencia de futbol ha sido muy larga y será aún más larga), pero démosle ya la vuelta a la página y veamos si Rogelio Funes Mori puede con el paquete de ser el hombre gol en un torneo contra las pobres selecciones Concacafkianas y logra quitarle la malaria al Tata Martino de la inoperancia ofensiva y la falta dramática de gol con el gran astro de los Rayados (nueva base de la delación mexicana: Montes, Moreno, Gallardo, Charly y Funes Gol). ¡Bienvenidos, bienvenidos! Al día que decimos ¿a dónde vamos a parar? Eso ya Rogelio nos lo dirá. •